Mi estado natural de creación es un proceso rápido, muy intenso, donde destilo las ideas en un objeto o una experiencia. Por lo general, las ideas nacen como una sensación muy fuerte, sin dimensionalidad, pero al momento de esta partida ellas cobran vida propia. Finalmente al contemplar esta exposición, puedo ver mi obra con cierta distancia, y comenzar un diálogo conmigo mismo.
Llevo pensando en hacer un performance en una cueva, decir una frase que sólo exista para mi, como el árbol que cae en medio de la nada y que nadie lo escucha. Hay dos piezas en esta exhibición que juegan con esa idea: una frase pintada en un lienzo blanco -que sólo puede ser percibida cuando la oscuridad invade el espacio-; y un elemento que ha sido desaparecido en el muro, como si estuviera tímido hacia el espectador. A veces mis obras son difíciles de leer, invisibles, y lo que quieren es un acercamiento profundo y desafiante que permita ver la magia que lleva cada una.
En mi practica tengo un apego a trabajar con elementos “propios” del cubo blanco, y pensando en esto un dia me fije en un muro de la galería: me interesó develar su vida. Así como el espacio arquitectónico nos define y modifica nuestros modos de hacer y pensar, ellos tienen una memoria no visible que sedujo mi curiosidad y me hizo querer descubrirla. He construido un ventanal que permite ver la temporalidad del espacio y poder adentrarme en su historia. Ustedes se quedaran con la memoria de ver por este umbral, pero aquí también permanecerá mi huella en cada nueva grieta y en cada nuevo agujero recubierto por yeso: mi memoria estará bajo la piel de estos muros.
Reflexione también sobre mi temporalidad poniéndome como objeto de estudio: quería hacer visible los días que mi vida ha marcado y sigue marcando. Inicié un mural que estará en permanente construcción e iré marcando cada día, como si se tratase de crear un firmamento que sólo terminará el último día de mi vida. En esta lucha de representar mi tiempo en esta exposición, sé que perderé esta batalla al cerrarla, pero es un objetivo que retomaré en el siguiente espacio donde sea exhibida.
El tiempo también se puede marcar por las personas que conoces, y dos personas que no están aquí para mi están presentes; al menos el espacio que marcaría su presencia. Estas dos personas que aunque no se conocen, yo las imaginaba sin sus capas culturales, compartiendo una misma escala de valor, encontrandose.
No image is available se sintetiza en un objeto transparente, que como cosas que son invisibles siempre vamos a notar su presencia por las sombras que manifiestan; así como lo intangible va dejando huella… “lo esencial es invisible a los ojos”[1].
Anthony Arrobo
Barcelona, 11 de junio de 2014
[1] Antoine de Saint –Exupéry, “El principito”, en Salamandra (Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A.), 2009.